No concebimos mejor forma de comenzar este blog que con nuestra querida Lola, una pequeña habitante que nos enseña diariamente a disfrutar de las cosas más simples y cotidianas.
.Con los ojos llenos de curiosidad y un espíritu aventurero, Lola comienza a interesarse por la hierba y las florecillas. Nos quedamos embobados al ver como explora, olfatea y prueba cada planta, con esa ternura que la caracteriza.
Nuestra dulce y cariñosa peluda va creciendo poco a poco, sana y feliz, algo que nos llena de alegría pero también de nostalgia al recordar sus primeros días en nuestro santuario.